Solo para jóvenes inconformes y que estén aburridos del sin sentido de la vida,
la mediocridad y superficialidad. ¿Te atreves?
Dentro de nuestra universidad ahora que se acerca la semana santa, podemos ver cerca del CUI (Centro de Pastoral Ignaciana) la posibilidad de de pasar "Una Semana Santa Extrema", acompañada de una foto del fondo del mar. Al acercarnos a preguntar o investigar más a fondo podríamos sentirnos desilucionados al notar que no se trata de un viaje al fondo del mar sino un clavado a nuestro interior como seres humanos. Una semana de Ejercios Espirituales, retiro de la vida cotidiana en donde queremos hacer un alto y callar (literalmente) para poder escuchar, y más concretamente escucharnos.
"Por ejercicios espirituales se entiende todo modo de examniar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar vocal y mentalmente y de otras actividades espirituales según que adelante se dirá. Porque así como pasear, caminar y correr son ejercicios corporales, de la misma manera todo modo de preparar y disponer el alma para quitar de sí todas las afecciones desordenadas, y después de quitadas buscar y hallar la voluntad divina en la disposición de su vida para la salud del alma, se llaman ejercicios espirituales" (Folleto Ejercicios Espirituales del CUI)
Que tanto podemos entrar en nosotros mismos si en la vida diaria tenemos demaciadas distracciones y pendientes. Desde la tele, la computadora, el celular, los amigos; ¿qué tan seguido nos dedicamos un tiempo solo para nosotros? Un tiempo en el que dejemos de hablar para escuchar, dejemos de ver las cosas con los lentes de la vida cotidiana y empecemos a verlas con lentes de más trascendencia, dejemos de percibir el tiempo como una jaula que nos hace siempre estar retrasados y empecemos a sentir (en cuerpo, mente y alma) que el tiempo pasa sin que nos tengamos que "subir" a su prisa. Los Ejercicios Espirituales dan la oportunidad de darnos ese tiempo, de conocernos en ese tiempo, de sentirnos en ese tiempo; no porque en la vida diaria no se pueda sino porque en esta "Semana Extrema" se crean precisamente las posibilidadades ideales para hacerlo y no interponer pretextos de por medio.
El programa de liderazgo propone en especial la Espiritualidad Ignaciana como forjadora de Líderes, un lider que no este desfasado de su persona y tenga la disposición (las ganas) de conocerce a si mismo para darse a conocer a los demás.
Si es una semana extrema o no, en realidad depende de nosotros mismos, primero que nos animemos a vivir la experiencia y una vez "dentro", vivirla con compromiso. No se trata de que los demas me vean en silencio o de pasar un examen o un reto personal en el que nos propongamos no hablar una semana. Es un compromiso interno, personal e intransferible. Cuando no hablamos durante mucho tiempo luego nos da por gritar o por hablar demaciado, eso puede ser extremo.
la mediocridad y superficialidad. ¿Te atreves?
Dentro de nuestra universidad ahora que se acerca la semana santa, podemos ver cerca del CUI (Centro de Pastoral Ignaciana) la posibilidad de de pasar "Una Semana Santa Extrema", acompañada de una foto del fondo del mar. Al acercarnos a preguntar o investigar más a fondo podríamos sentirnos desilucionados al notar que no se trata de un viaje al fondo del mar sino un clavado a nuestro interior como seres humanos. Una semana de Ejercios Espirituales, retiro de la vida cotidiana en donde queremos hacer un alto y callar (literalmente) para poder escuchar, y más concretamente escucharnos.
"Por ejercicios espirituales se entiende todo modo de examniar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar vocal y mentalmente y de otras actividades espirituales según que adelante se dirá. Porque así como pasear, caminar y correr son ejercicios corporales, de la misma manera todo modo de preparar y disponer el alma para quitar de sí todas las afecciones desordenadas, y después de quitadas buscar y hallar la voluntad divina en la disposición de su vida para la salud del alma, se llaman ejercicios espirituales" (Folleto Ejercicios Espirituales del CUI)
Que tanto podemos entrar en nosotros mismos si en la vida diaria tenemos demaciadas distracciones y pendientes. Desde la tele, la computadora, el celular, los amigos; ¿qué tan seguido nos dedicamos un tiempo solo para nosotros? Un tiempo en el que dejemos de hablar para escuchar, dejemos de ver las cosas con los lentes de la vida cotidiana y empecemos a verlas con lentes de más trascendencia, dejemos de percibir el tiempo como una jaula que nos hace siempre estar retrasados y empecemos a sentir (en cuerpo, mente y alma) que el tiempo pasa sin que nos tengamos que "subir" a su prisa. Los Ejercicios Espirituales dan la oportunidad de darnos ese tiempo, de conocernos en ese tiempo, de sentirnos en ese tiempo; no porque en la vida diaria no se pueda sino porque en esta "Semana Extrema" se crean precisamente las posibilidadades ideales para hacerlo y no interponer pretextos de por medio.
El programa de liderazgo propone en especial la Espiritualidad Ignaciana como forjadora de Líderes, un lider que no este desfasado de su persona y tenga la disposición (las ganas) de conocerce a si mismo para darse a conocer a los demás.
Si es una semana extrema o no, en realidad depende de nosotros mismos, primero que nos animemos a vivir la experiencia y una vez "dentro", vivirla con compromiso. No se trata de que los demas me vean en silencio o de pasar un examen o un reto personal en el que nos propongamos no hablar una semana. Es un compromiso interno, personal e intransferible. Cuando no hablamos durante mucho tiempo luego nos da por gritar o por hablar demaciado, eso puede ser extremo.
¿Hace cuanto que no te escuchas?
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