Monseñor Oscar Romero
del país del Salvador.
Fuiste un obispo valiente
Sincero de corazón.
A tu pueblo defendiste
de la muerte y la opresión
de esos malditos tiranos
que están atrás del patrón.
Recuerdo que tú dijiste
hablando con los cobardes:
ustedes matan mi cuerpo
pero el pueblo hace verdades
Mil novecientos ochenta
una fecha inolvidable
los burgueses asesinan
porque así son de cobardes
Empresas transnacionales
con capital extranjero
no quisieron que siguieras
descubriéndoles su juego.
Monseñor Romero vives
en el corazón del pobre
y en América Latina
todos aclaman tu nombre.
hola pues mi comentario es que ese señor era un hijo del diablo y que posiblemete se este quemando en las llamas del infierno y gual le pasara a sus seguidores busquen mejor a cristo vivo y no a un pesazo de madera que de nada les sirve cristo le ama a ustedes catolicos que en ves de seguir a jesus siguen a un hombre !!estan equibocados
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